El Sarlaft 4.0
10/09/2020
El pasado 2 de septiembre la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) expidió la Circular Externa 027 de 2020, presentando en ella el Sistema de Administración de Lavado de Activos y Financiación de Terrorismo -Sarlaft- en su versión 4.0, dando un plazo máximo de un año para que sus vigilados lo implementen y adopten.
Este trabajo surge a partir de la necesidad de cumplir con los requerimientos del Fondo Monetario Internacional (FMI), y se da mediante la recolección y acogida de una serie de recomendaciones consagradas en la GuÃa de Identidad Digital del Gafi (Grupo de Acción Financiera Internacional) la cual concluye en su contenido que la identificación digital confiable puede simplificar las tareas de monitoreo y supervisión de las transacciones, superando las falencias que se presentan en el control humano de las mismas y haciendo del sistema LA/FT un mecanismo más ágil e intuitivo basado en la efectividad.
De lo anterior surge un nuevo reto para las entidades financieras como sujetos obligados, y es el de «autorregularse» a sà mismas a partir de la implementación y la incursión a gran escala del uso de la tecnologÃa en casi todas sus operaciones, tecnologÃa que a su vez debe controlar de forma escrupulosa y estricta las actividades de lavado de activos, financiación del terrorismo y demás delitos de tipo económico/financiero mediante un sistema robusto de cumplimiento que garantice la transparencia y legalidad de las transacciones y demás actividades.
Ello no debe interpretarse como un obstáculo a la inclusión financiera como equÃvocamente lo han interpretado algunos, sino por el contrario, lo que se busca es profundizar esta inclusión a través de una ampliación y una flexibilización de los mecanismos utilizados para el reconocimiento del usuario, como la biometrÃa y la georreferenciación, además la inclusión de la vinculación simplificada hacia los nuevos productos que trae consigo, el fortalecimiento de la debida diligencia al beneficiario final y la implementación de contramedidas en operaciones con paÃses de mayor riesgo.
Por otro lado, esta versión 4.0 incluye nuevos procedimientos para el usuario que se presenta como persona jurÃdica, donde no basta con el estudio de los datos del representante legal, sino que además se hará rigor en los mecanismos de identificación y estudio de los miembros de la junta directiva o del órgano que haga las veces de la misma. Es evidente que todo gira en torno a la real efectividad en los controles, y el mercado nacional lo necesita, más ahora en tiempos de crisis y reactivación.
En conclusión, la Superfinanciera con el Sarlaft 4.0 lo que busca no es sólo que las entidades financieras trabajen únicamente por evitar sanciones y mantener una buena reputación en el mercado, sino también que trabajen mediante un compromiso de responsabilidad social en programas de «prevención activa» de consumación de delitos, fomentando la cultura de cumplimiento, ética y buenas prácticas en todos sus grupos de usuarios y en todos los sectores de la economÃa.
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