Cómo podemos clasificar los riesgos.
28/10/2020
Existen múltiples formas de clasificar los riesgos, desde la academia, desde la práctica, desde lo legal, etc., conocer los distintos tipos de riesgos que pueden existir hace que resulte más sencillo tenerlos en cuenta en el momento de su identificación. Para esto es necesario conocer el mayor número de riesgos que pueden surgir, sus posibilidades, las causas que los originan y las distintas formas en las que tienden a manifestarse. Factores que se utilizarán para la posterior valoración de las posibles consecuencias de estos riesgos, la estimación de su coste, y la medición, efectos y gestión de los mismos. Revisando diferente bibliografía como son documentos emitidos por EALDE, Fundación Mapfre, Fundación de estudios financieros, Global Marketing, Deloitte, JP Morgan Argentina, Standard& Poors, Auditool, La ética y los controles de empresa, nos ayudan a orientar este documento.
Podemos indicar que, de la clasificación del riesgo, uno de los principales objetivos está en evitar o reducir en la medida de lo posible cualquier tipo de riesgo, y, sí así se decide: asumirlos e implantar las acciones para paliar sus consecuencias o, por el contrario, transferirlos a otras entidades y/o establecer las coberturas adecuadas para cada caso.
Por todo esto, la clasificación de riesgos de los distintos negocios es importante de cara a una correcta identificación, a una evaluación eficaz, a una gestión adecuada y a un seguimiento y control de los mismos. De este modo, a continuación, trataremos los distintos tipos de riesgos:
1. Según su Origen:
- Factores internos.
- Factores externos.
2. Según sus Características:
- Riesgos Estratégicos.
- Riesgos Reputacionales.
- Riesgos de Mercado.
- Riesgos Operacionales.
- Riesgos Comerciales.
- Riesgos Financieros.
3. Según el Grupo de Pertenencia:
- Riesgos del Azar, Catastróficos o Extraordinarios.
- Riesgos Políticos.
- Riesgos Legales y Contractuales.
- Riesgos Financieros.
- Riesgos Comerciales.
- Riesgos en Inversiones y Proyectos.
4. Otras clasificaciones:
- Riesgos Inherentes o Residuales.
- Riesgos Puros o Especulativos.
Otras Clasificaciones.
CLASIFICACIÓN DE RIESGOS SEGÚN ORIGEN
El primer acercamiento a la clasificación de riesgos es según su origen. Pueden existir factores internos o externos que amenacen la estabilidad, la rentabilidad, la financiación, el patrimonio y la evolución del negocio, entre otros.
LOS RIESGOS DE ORIGEN EXTERNO
Son los riesgos que no tienen que ver con la entidad, es decir, ésta, no ha tenido ninguna posible influencia sobre los mismos. Entre ellos, podemos encontrar los siguientes:
- Los derivados de las decisiones de gobierno y administraciones locales.
- Los producidos por la evolución de la economía.
- Los asociados a la volatilidad de los mercados, sobre todo los financieros.
- Los que surgen como consecuencia de los cambios normativos vigentes: legales, distintas regulaciones, etc.
- Los de actuación de la competencia.
- Los riesgos tecnológicos que aparezcan cuando los sistemas informáticos se vean afectados por factores externos como: los virus, los fraudes, las intrusiones, las caídas de los sistemas, etc.
- Otros riesgos originados por terceros, la delincuencia, el azar, la naturaleza, etc.
LOS RIESGOS DE ORIGEN INTERNO
Entre los riesgos de origen interno encontramos los relacionados con factores intrínsecos a la empresa. Se consideran internos o específicos de la organización cuando esta ha podido tener una relación o actuación directa sobre ellos el riesgo, como, por ejemplo:
- La fijación de precios, de sus bienes o servicios.
- Los relacionados con el producto o servicio, con su calidad, su operación, su seguridad, etc…
DISTINTOS TIPOS DE RIESGOS SEGÚN SUS CARACTERÍSTICAS
Entre los distintos tipos de riesgos de las empresas que podemos encontrar según sus características se encuentran: los riesgos estratégicos, los relacionados con la reputación de la entidad, los de mercado, los operacionales, los comerciales y los riesgos financieros. Podemos identificarlos de la siguiente manera:
RIESGOS ESTRATÉGICOS
Se consideran riesgos estratégicos a los impactos negativos que se podrían producir derivados de las decisiones incorrectas de los negocios, su mala aplicación, o de la falta de respuesta a los cambios: del mercado, a los tecnológicos, a los del entorno, etc. Y cuando se ven involucrados los objetivos de la empresa y sus recursos y podrían impactar sobre sus ingresos, su activo o su capital. Estos riesgos pueden amenazar la posición de la entidad frente a la competencia, invalidar una decisión estratégica además de afectar al desempeño.
Pueden surgir de un riesgo interno de otro tipo (operacional, comercial, etc…) pero que escale hasta que sea una amenaza para la implantación de la estrategia o consecución de una meta de la entidad, o de uno externo (competencia, leyes, económicos, cambios tecnológicos, legales, etc…). A veces los riesgos son difíciles de identificar, puede: que no hayan ocurrido antes, o se originen fuera de la industria o ser específicos de la entidad; su estrategia, modelos de negocio, etc., son únicos para esa organización. En ocasiones son, por tanto, fáciles de descartar pues pueden no parecer como riesgos de alto impacto o alta probabilidad. Sin embargo, cuando se consideran pueden ayudar a la empresa a renovarse, modificar la identificación de riesgos y actualizarse para ganar más valor.
RIESGOS REPUTACIONALES
Los riesgos relacionados con la reputación de la empresa o riesgos reputacionales están asociados a los cambios en la percepción que los terceros tengan sobre una empresa o sus marcas, por mala imagen, por publicidad negativa o desprestigio. Una compañía puede incurrir en ellos por relación con su entorno, por agentes externos con los que interactúa, por sus prácticas en el mercado, etc… Dichos riesgos podrían estar o no fundamentados, pero causar daño igualmente.
Hay muchas fuentes que tienen interés y opinión sobre la empresa y afectar o verse afectados por esos cambios de percepción. Entre las partes interesadas los hay con relación directa sobre la empresa como, por ejemplo: accionistas, clientes, trabajadores, proveedores. Y con una relación más lejana como: medios de comunicación, autoridades competentes, entorno, etc…
Este riesgo puede estar relacionado con temas comerciales, medioambientales, sociales, éticos, económicos, etc… Puede afectar de manera diferente según los agentes implicados, causar pérdida de clientes, una disminución de ventas y beneficios. Además, también puede generar un impacto en las posibilidades de financiación de la empresa y en sus expectativas futuras de negocio. Incluso, la entidad podría verse envuelta en algún proceso legal, entre otras consecuencias
RIESGOS DE MERCADO
Para poder adentrarnos en esta definición, a efectos prácticos, podemos distinguir riesgos de mercado externos o internos para referirnos a saber:
Riesgos de mercado externos
Riesgos de precio o valor de un activo en la empresa: Estos riesgos se originan, cuando el precio o valor de un activo de la empresa, se pueda ver afectado, como consecuencia de los cambios negativos en el mercado que puedan deteriorarlo. Con ello, el patrimonio de la entidad puede disminuir y afectar a la valoración de la empresa, a su situación financiera y a su imagen externa en el mercado.
En ocasiones, los riesgos de mercado que afectan a las carteras de valores suelen verse clasificados como otro tipo más dentro de la categoría de riesgos financieros. También en la categoría de factores externos de mercado, es habitual hablar de Riesgos precio. Estos riesgos de pérdida son aquellos se producen por los posibles cambios en los precios de factores, gastos y productos.
Por ejemplo, un aumento de precio a pagar por los bienes, y servicios que necesita, como: la mano de obra, los materiales y otros insumos de su proceso de producción o los servicios que demanda.
Por otro lado, los precios que una empresa puede establecer por la prestación de sus servicios o los bienes que produce se pueden ver afectados a la baja por presión la competencia u otros factores.
Riesgos de mercado producidos por factores internos
Asimismo, se habla de riesgos de mercado cuando pueden aparecer pérdidas derivadas de las decisiones internas del negocio sobre: qué, qué cantidad, qué gama y a qué precio producir o vender, a qué sectores o mercado dirigirse, qué sistema logístico utilizar, etc…
RIESGOS OPERACIONALES
Estos riesgos pueden originarse en cualquiera de los procesos de la empresa, la tecnología, sus recursos humanos, la infraestructura o por acontecimientos externos. Su característica es que existe la posibilidad de incurrir en pérdidas por fallos o deficiencias operativas, porque no se hayan alcanzado, por ejemplo, los
niveles de producción o de calidad previstos, o porque el producto no se haya comercializado o distribuido de manera eficiente.
RIESGOS COMERCIALES
Los riesgos comerciales se generan de los contratos firmados con terceros. Distinguiremos entre el riesgo de crédito o el riesgo de liquidez, según sean las obligaciones de terceros para con la entidad, o de la entidad para con sus proveedores u otros acreedores.
Riesgo de Crédito
Son riesgos que se contraen al realizar operaciones que no se cobran al contado, sino a crédito, basadas en las políticas de ventas del negocio. Hablamos de riesgo de crédito o cobro, cuando hay posibilidad de que los clientes u otros deudores de la empresa no cumplan con sus obligaciones contractuales de pago o no de la manera acordada. Puede ser que el incumplimiento sea en el importe o en el plazo establecidos, con lo que los beneficios (si por ejemplo hay que dotar provisión de insolvencias, o reconocer la pérdida definitiva) y el valor de sus activos, se puedan ver afectados.
Riesgo de Liquidez
Es la posibilidad de no poder hacer frente a los sus compromisos de pago a corto plazo. Por ello, es conocido por riesgo de pago o financiación también. Esto puede ocasionar pérdidas a la empresa y problemas a la hora de obtener financiación, suministros o servicios futuros.
RIESGOS FINANCIEROS
Pueden originarse o bien por desequilibrios en el balance de la empresa, su tesorería y flujos de caja, sus cobros y pagos, o bien, por la evolución no esperada, de los mercados financieros. Dentro de estos riesgos caben destacar: los riesgos de tipo de cambio y los riesgos de tipo de interés. Tienen la característica de que las fluctuaciones o volatilidad que les afectan en un momento dado pueden jugar a favor o en contra del negocio. Cuando es en contra, habrá posibilidad de pérdida para la entidad y, en general, el riesgo será elevado cuanto mayor sea el montante y los plazos establecidos.
Riesgo de tipo de cambio
Aparecen en los mercados debido a las fluctuaciones en la cotización de las distintas divisas entre sí, ya sea debido a la oferta y demanda de los mercados internacionales de divisas (apreciación o depreciación), o por decisiones de los gobiernos (evaluación o devaluación). Los riesgos de tipo de cambio, se generan cuando se trabaja en una moneda diferente a la local, tanto si la operación tiene un periodo de pago al contado o a vencimiento. Pueden aparecer en distintas operaciones realizadas como: las exportaciones, las importaciones, y también los
préstamos y las inversiones (ya sean inversiones en activos materiales, financieros
– incluyendo operaciones entre una matriz y sus filiales-, etc..). La rentabilidad de la operación y/ o el valor de los activos o pasivos vendrán determinados no solo por lo que les pueda afectar ya de por sí, sino también por la moneda en la que estén nominados y el tipo de cambio que determinará su valor en un momento dado.
Riesgo de tipo de interés
Se conoce como riesgo de tipo de interés el que se deriva de sus cambios en los mercados financieros y afecte negativamente a las obligaciones o préstamos de la empresa. Se miden según el importe y duración de los mismos.
Los cambios en los tipos de interés pueden también jugar a favor o en contra, según la posición que tenga la entidad respecto al activo o pasivo y a si se contratan tipos de cambio fijo o variable. Puede producirse en préstamos, encareciendo o abaratando el coste y en los bonos, en los que no solo afectará a su coste, sino también a su valoración en el mercado.
En general, una subida de tipos de interés influye negativamente para conseguir financiación ya que su coste asciende. Y si además la entidad ya tenía contratado un préstamo a tipo de interés variable, los gastos también se elevarán. Si se reducen, y la empresa tenía contratado un préstamo fijo, estará en una peor posición de financiación frente a las posibilidades actuales a costos menores.
Si hablamos de bonos encontraremos, por ejemplo, que, si la entidad ha adquirido unos bonos a un tipo de interés fijo, una subida de estos en el mercado afectará negativamente a la valoración de sus títulos, y al revés, si bajan.
SEGÚN GRANDES GRUPOS DE PERTENENCIA
Si clasificamos los riesgos según los grandes grupos a los que pertenecen podemos encontrar los riesgos del azar, los catastróficos o extraordinarios, los riesgos políticos, los riesgos legales y contractuales, los riesgos en inversiones y proyectos, en detalle los tenemos:
RIESGOS DEL AZAR, CATASTRÓFICOS O EXTRAORDINARIOS
Se alude a este tipo de riesgos siempre que aparezcan situaciones muy difíciles de prevenir y que supongan una pérdida para a la empresa. Los agentes causantes son fundamentalmente: la naturaleza (a través de efectos climáticos severos y adversos como: pandemias, terremotos, inundaciones, tsunamis, erupciones volcánicas, etc.) y las personas a través de acciones violentas (como motines, hechos vandálicos, terroristas, etc.). Puede afectar a la empresa en sí o a sus deudores y les impida el cumplimiento de sus compromisos de pago. Normalmente solo algunos consorcios de seguros a nivel local o agencias especializadas de apoyo de la exportación las que suelen asegurar este tipo de riesgos.
RIESGOS POLÍTICOS
Estos riesgos vendrían originados por las decisiones de un Estado que pudieran llegar a afectar a las entidades que operan directamente con él o en el propio país. Cabe destacar el riesgo de transferencia y el riesgo soberano. Se considera que la posibilidad de riesgo es más elevada en los países en vías de desarrollo, y cuanto mayor sea el importe y el plazo de las operaciones. Cuando el gobierno o entidad pública y la empresa son residentes en el mismo país, es muy difícil que las pólizas de seguros lo incluyan en sus coberturas. En ocasiones se confunde el riesgo político con el Riesgo País.
Riesgo de transferencia
Este riesgo es definido de forma específica como el riesgo de transferencia de capitales y riesgo de convertibilidad de moneda. Se manifiesta cuando los clientes y/o deudores residentes en un país diferente al de la empresa no pueden convertir su moneda local a divisas, por tanto, no pueden efectuar pagos, aunque tengan la intención y la liquidez suficiente para cumplir sus compromisos. Suele producirse cuando el gobierno del deudor o su banco central emiten restricciones o controles cambiarios para proteger sus reservas. Puede que por presiones económicas o políticas éstos tengan problemas de conversión de su divisa o quieran limitarla, tanto a empresas como a particulares para evitar pagos exteriores, restringir el acceso a entidades no soberanas o la adquisición de inversiones o activos financieros no residentes. El riesgo de transferencia afecta a las obligaciones de pago por venta de productos o servicios a empresas extranjeras y a las inversiones y dividendos en el momento de recuperación de los mismos por parte de otros países.
Riesgo soberano
Cuando el deudor de la empresa es un estado o una entidad pública puede presentarse un riesgo de carácter político. Se manifiesta en el momento que no se cumplen pagos (o los plazos) establecidos y resulta muy difícil o imposible ejercer medidas legales para recuperarlos. Las operaciones expuestas a este riesgo son, por ejemplo: las ventas de productos o servicios concursos o licitaciones públicas, también las emisiones de deuda pública (letras, pagares, bonos…) y cuando se puedan producir expropiaciones de inversiones extranjeras aludiendo motivos de interés nacional, cultural o social que en el fondo protejan intereses económicos del país en cuestión.
RIESGOS LEGALES Y CONTRACTUALES
La compañía, al desempeñar sus actividades cuando opera en el mercado puede incurrir en riesgos legales que conlleven pérdidas como consecuencia del incumplimiento de leyes o normas vigentes, contratos, etc. Esto hace que como consecuencia se pueda ver demandada o inmersa en otras actuaciones jurídicas y en la obligación de pagar sanciones o indemnizaciones. A nivel general, estos riesgos pueden originarse por no cumplir normativa fiscal, medioambiental, sanitaria, laboral o cualquier otra reglamentación vigente.
De la misma manera, pueden surgir riesgos legales muy dispares, por ejemplo, cuando en una transacción determinada la contraparte no tiene la autoridad legal suficiente para realizarla. Comercialmente estos riesgos podrían derivarse, entre otras causas, del incumplimiento de las condiciones de plazo, forma, cantidad, calidad o pago acordadas. Recaerían sobre el deudor o el acreedor, según quién hubiera incumplido lo contratado. A efectos prácticos, estos riesgos legales de origen comercial podemos diferenciarlos dependiendo del momento en que se originen. Pueden aparecer: antes de entregar el bien o realizar el servicio (interrupción del contrato), durante la entrega (riesgo de no retirada de la mercancía, pérdidas o retrasos), o tras ella (rechazo de la mercancía, o mercancía defectuosa)
RIESGOS FINANCIEROS
Como hemos visto anteriormente, los riesgos financieros pueden dividirse en:
- Riesgos de tipo de cambio de las divisas con las que opera la entidad.
- Riesgos de cambio de tipos de interés.
En el sector bancario es muy común encontrar el término de riesgos estructurales de balance, cuando se refiere a la posibilidad de incurrir en pérdidas por tipos de cambio, por tipos de interés, por renta variable o en la liquidez y financiación relacionada con los mercados.
RIESGOS COMERCIALES
En el punto dos, hemos dividido los riesgos comerciales en:
- Riesgos de crédito, cuando existe riesgo de cobro a los deudores de la empresa.
- Riesgos de liquidez o pago, por parte de la empresa para hacer frente a sus compromisos.
RIESGOS EN INVERSIONES Y PROYECTOS
Hay diversos tipos de riesgo que pueden aparecer a la hora de llevar a cabo una inversión o ejecutar un proyecto, especialmente cuando el capital invertido y el tiempo de realización son elevados. Estos riesgos pueden condicionar la realización de dichas inversiones o proyectos, y/o hacerles perder valor. Podemos encontrar una relación de los mismos a continuación:
- Desviación sobre los cálculos estimados de la inversión o proyecto: aumento de costos, problemas de financiación, no obtención de las ventas esperadas o rentabilidad prevista.
- Retrasos en las fechas previstas: por encontrar muchas dificultades en la ejecución, por una incorrecta asignación de recursos (personal, económicos, etc..).
- Deficiencias operativas, calidad deficiente, mala gestión: comunicación inadecuada, falta de liderazgo, riesgos de implantación, etc…
- Riesgos tecnológicos: problemas con los equipos utilizados o dificultades en el uso de nuevos programas o aplicaciones, riesgos de integración, etc…
- Otros riesgos: riesgos del azar o extraordinarios; riesgos legales o por cambios
normativos; cambios en las necesidades o en el mercado que afecten al producto final objeto del proyecto; riesgos medioambientales; riesgos laborales; riesgos sobre los activos, etc..
OTRAS CLASIFICACIONES
Según las necesidades de la empresa, las distintas compañías auditoras, aseguradoras o incluso países donde está ubicada la entidad, podemos encontrarnos otras clasificaciones como:
RIESGOS INHERENTES O RESIDUALES.
Riesgo inherente
Es el riesgo propio de una determinada actividad, además, es intrínseco a la exposición de los distintos trabajos, procesos o acciones necesarias para llevar a cabo el propósito empresarial. Un riesgo inherente es uno que se encuentra en el entorno y puede afectar a varias categorías.
Aparece ante la ausencia de alguna medida que la compañía pueda llevar a cabo para reducir la probabilidad e impacto del mismo. Podrá afectar a personas y a los procesos impidiendo que se lleven a cabo. También puede dañar la salud de terceros, bienes, al capital y/o la rentabilidad del negocio.
Riesgo residual
El riesgo residual es el que permanece después de haber implementado los distintos controles, medidas y acciones específicas. Es un riesgo remanente, pues surge después de haber gestionado y respondido a los distintos riesgos identificados. Puede formularse como: Riesgo residual = riesgos inherentes – efectividad de las medidas y controles implantados.
Una empresa no puede verse completamente libre de riesgo, no puede alcanzar la seguridad total o absoluta, solo obtendrá algún nivel de seguridad. Por ello, es conveniente buscar un equilibrio entre los recursos y medidas de las que disponemos para minimizar los riesgos. De esta manera se establecerá un nivel de riesgo residual aceptable.
RIESGO PURO O ESPECULATIVO
Desde el punto de vista técnico de los seguros y según las consecuencias es habitual distinguir entre:
Riesgo Puro
En el riesgo puro, las consecuencias económicas son sólo de daño o pérdida. Por ejemplo: un robo, un incendio, una sanción impuesta por incumplimiento, un detrimento en el beneficio, etc.
Riesgo Especulativo
En el riesgo especulativo, sin embargo, el efecto puede ser tanto de pérdida como de ganancia. Como, por ejemplo, en bolsa, ya que debido a la variación en los precios que se producen en el mercado de valores, el impacto puede ser favorable o desfavorable para el valor de empresa que cotice en él, o de la cartera de títulos que posea. En la actualidad del mundo empresarial puede haber riesgos mixtos. Por ejemplo, el riesgo de cobro, si se arriesga más al flexibilizar las operaciones a crédito a clientes con menos solvencia se asumen más riesgos de impagados, pero se incrementan las ventas. Otro ejemplo, sería una huelga, en la que además de las pérdidas asociadas a la misma, puede haber un ahorro de costos laborales o una reducción beneficiosa del nivel de existencias si éste era muy elevado y mejorar así el fondo de maniobra.
OTRAS CLASIFICACIONES Y DEFINICIONES
Se pueden establecen más clasificaciones de riesgos según las necesidades teniendo en cuenta distintas variables. Así se establecerían otras clasificaciones como:
Clasificación de Riesgos según probabilidad e impacto
En general la determinación del riesgo viene dada por una combinación de la probabilidad de que éste se manifieste y el impacto que tendría para la empresa si la amenaza llegase a materializarse. Por ello la compañía puede medir y clasificar, a nivel práctico sus riesgos teniendo en cuenta el grado o nivel de cada uno de estos conceptos base.
Probabilidad
Para una mejor categorización, la entidad puede establecer distintos grados de ocurrencia o probabilidad de que los riesgos se puedan llegar a producir. Así encontraremos: Riesgos poco probables, Riesgos probables o Riesgos con alta probabilidad de que ocurran.
Impacto
Según las consecuencias y el posible daño ocasionado se pueden definir distintos grados de impacto en la empresa: Pérdida o Quebranto bajo, medio o grave. Según las necesidades de medición del negocio se podrían incluir más niveles de cuantificación.
Otras definiciones
Otros riesgos
Existen otra clase de riesgos dentro de la empresa que no son los inherentes o propios de la actividad, sino que son incorporados. Los riesgos incorporados son originados por actos indebidos, derivados de la irresponsabilidad o comportamientos poco éticos, como el de fraude, el uso de información privilegiada, el de extorsión o soborno, la realización actividades irregulares, el blanqueo de capitales, desvío de activos o fondos, actuaciones en contra de los valores de la empresa, prácticas contra la libre competencia, etc… Éstos podrían englobarse en uno o varios de los epígrafes anteriormente expuestos y pueden aparecer en distintos niveles jerárquicos (en administradores, directivos o resto de personal) y podrán paliarse a través de auditorías frecuentes, una monitorización adecuada, códigos de conducta, sensibilización, políticas de personal que promuevan la honradez y controles apropiados, entre otros.
Muy seguramente existirán otras clasificaciones, solo queremos contribuir en una orientación que llegado el momento de Gestionar Riesgos una de las debilidades que se observan es la forma de clasificar los riesgos, terminan siendo una mezcla de factores, fuentes, actividades, etc., que terminan por desinformar y confundir, es vital que los encargados de esta tarea sepan cómo gestionar los riesgos y también identificarlos y clasificarlos.
#Compliance , #Risksint International S.a.s
Por: CARLOS ALFONSO BOSHELL NORMAN
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